El gasto sanitario per cápita ha aumentado casi un 31% desde que Rajoy salió del Gobierno

FUENTE: CTXT.es

La primera legislatura de la coalición termina con una inversión en sanidad pública del 7,37% del PIB, lo que supone 487€ más por persona de lo que gastaba el PP en 2017

Diego Delgado Álex Blasco Gamero 17/07/2023

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La llegada del PP al Gobierno, con Mariano Rajoy a la cabeza, supuso un retroceso importante en lo que respecta a la sanidad pública española. El porcentaje del PIB destinado a sanidad arrancó su primera legislatura (2011) en un 6,74%, que solo conocería el descenso y los recortes en los seis años siguientes, con la salvedad de un pequeño repunte en 2015 que no compensaría las constantes bajadas experimentadas antes y después. 2018, último año de Ejecutivo popular, cerraría con un 6,32% del PIB dedicado a inversión sanitaria. Con la pandemia de covid-19, el Gobierno de coalición incrementó la partida presupuestaria para sanidad en 1,41 puntos porcentuales, hasta situarla en un 7,86% del PIB en 2020 que bajaría en los dos años siguientes. Actualmente, el gasto público sanitario con respecto al PIB se sitúa en un 7,37%.

Las diferencias entre la derecha y la coalición PSOE/UP son incluso más elocuentes si se observa la evolución del gasto público en sanidad per cápita. Si bien España no es, ni mucho menos, uno de los países de la UE que más invierten en sanidad por cada ciudadano o ciudadana –concretamente, es el decimocuarto en la lista–, en los últimos cuatro años sí ha habido una mejoría notable. En cifras absolutas, Mariano Rajoy dejó el Gobierno habiendo subido la inversión per cápita únicamente en 41 euros en una legislatura y media; por su parte, el Ejecutivo de Pedro Sánchez cierra la legislatura con un incremento de 487 euros por persona en gasto público sanitario (2.061€ frente a los 1.574€ en los que lo dejó el PP).

Una inversión que dista mucho de la que realizan otros países de la UE como Croacia (6.097 euros), Luxemburgo (5.672 euros), Dinamarca (5.325 euros) o Alemania (5.086 euros). Hablamos de países que duplican y triplican el gasto per cápita de España (2.061 euros). Como ya mencionamos, nuestro país se sitúa en el puesto decimocuarto, entre Chipre (2.145 euros) y Eslovenia (1.840 euros). Una posición que, pese a ser lejana a la de los Estados que menos inversión dedican por ciudadano –Polonia (726 euros), Rumanía (572 euros) o Bulgaria (476 euros)– y venir de una pandemia, dejan mucho que desear para la cuarta economía de Europa, solo por detrás de Alemania, Francia e Italia.

Profesionales y colectivos de la salud ante la emergencia climática

Crece la movilización de la sociedad civil en torno a la emergencia climática. Pero no solo los jóvenes de Fridays For Future, Extinction Rebellion, en varios países asociaciones de profesores y abogados se están moviendo. Ante estos ejemplos virtuosos, pareciera que el papel de los médicos, y de los profesionales de la salud en general, es aún pequeño y fragmentado.

En días de grandes tormentas el cielo estaba rojo. La lluvia llevó consigo el polvo de los desiertos de ultramar.  Los viejos decían: habrá guerra. Nadie creyó sus palabras y nadie hizo nada. NADIE HIZO NADA. –Nedzad Maksumic–

 En los últimos años hemos asistido a un incremento de participación y movilización de la sociedad civil que ha tenido el mérito de trasladar la crisis climática al centro del debate público y político . El papel de activistas y movimientos como Fridays For Future, Extinction Rebellion o Ultima Generazione, por citar algunos de los más conocidos, ha sido enorme tanto a la hora de influir en la opinión pública como de oponerse a proyectos y decisiones a favor de la industria de la energía fósil. combustibles, pero esto todavía no parece ser suficiente.

Un fenómeno sumamente interesante es que a las movilizaciones promovidas por activistas, asociaciones, movimientos y ciudadanos individuales, se están sumando posiciones o movilizaciones basadas en la identidad profesional. Algunos ejemplos, los docentes se han movilizado junto a sus alumnos, dando lugar a un movimiento paralelo a Fridays For Future llamado Teachers For Future. O los abogados, que en el Reino Unido anunciaron que ya no prestarían apoyo a proyectos relacionados con el consumo y extracción de combustibles fósiles, ni participarían en juicios contra activistas climáticos. La posición adoptada por un grupo de profesionales culminó en un verdadero llamamiento para que todos los abogados tomaran partido en este tema. Mientras, el gobierno británico ha sido cuestionado por no proteger el derecho democrático a protestar pacíficamente por los derechos climáticos de los ciudadanos.

Ejemplos como los mencionados se multiplican gradualmente, revelando cómo la preocupación por la crisis climática es transversal y omnipresente en nuestra sociedad y cómo las habilidades adecuadas para enfrentarla implican a todos los campos profesionales . El desafío consiste en comprender cómo involucrarse y utilizar las habilidades de cada uno, un desafío que requiere imaginación y creatividad.

Ante estos ejemplos virtuosos, pareciera que el papel de los médicos, y de los profesionales de la salud en general, es aún pequeño y fragmentado. Sorprende una presencia tan tímida por parte de los profesionales de la salud, pese a que la salud es una cuestión central en el cambio climático. La protección del medio ambiente, entendido como determinante fundamental de la salud humana, es uno de los deberes deontológicos de los médicos, enfermeros y auxiliares de salud.

El cambio climático tiene efectos adversos en la salud de las personasaumentando el riesgo de enfermedades infecciosas, enfermedades crónicas y enfermedades mentales. La epidemiología de las principales enfermedades, tal como se las conoce hoy, podría transformarse radicalmente, tanto que ya se habla de «la era de la medicina en el cambio climático”, con amenazas emergentes de nuevos eventos pandémicos o el empeoramiento de fenómenos como la resistencia a los antibióticos, cuestiones que no son insignificantes.

Cambio climático y efectos en la salud. Fuente: Howard et al. 2023

 

El rol de los servicios de salud está estrechamente relacionado con la crisis climática de muy diversas maneras:

  • Los sistemas de salud contribuyen a alimentar la crisis climática , son responsables de una parte considerable de las emisiones de CO 2.
  • Los sistemas de salud son a su vez víctimas del cambio climático , con riesgos de daños a las estructuras, al personal empleado, a los pacientes y a las posibles interrupciones en las cadenas de suministro.
  • Las acciones de mitigación que será necesario implementar para combatir el cambio climático en muchos casos coinciden con las opciones que garantizarían los mejores resultados en salud.
  • La contribución de los médicos y profesionales sanitarios no acaba en el ejercicio de su actividad profesional diaria, ya que juegan un papel social fundamental, porque tienen una gran credibilidad e influencia en la opinión pública y pueden convertirse en promotores de cambios incluso fuera del ámbito puramente sanitario.

Sin embargo la conciencia sobre este tema en el entorno sanitario es aún muy baja. Hay poca conciencia  y, además, poca voluntad política  y escasa capacitación y habilidades. Las instituciones y los servicios de salud parecen demasiado vacilantes a la hora de alinearse con las exhortaciones e indicaciones provenientes de la comunidad científica y la sociedad civil. Es cierto que en algunos países, como Reino Unido, ya existen programas top-down que marcan la transición de los sistemas nacionales de salud hacia la neutralidad en carbono, pero en nuestro país esto aún no ha sucedido, aunque recientemente el Ministraio de Sanidad ha creado un Observatoria de crisis climática.

Juliette Brown, psiquiatra consultora en el Reino Unido y miembro del grupo activista PsychDeclares dice: “El relativo silencio de los profesionales (médicos, profesionales de la salud, científicos, los medios de comunicación) es una gran parte de nuestro problema. Si no actuamos como si fuera una emergencia, los gobiernos no se sienten obligados a actuar sobre ella”.

Por lo tanto, nuestro llamamiento es comenzar a movilizarnos de inmediato por la justicia climática, no solo como simples ciudadanos, sino sobre todo como profesionales de la salud.

Los editoriales de las más prestigiosas revistas médico-científicas están ahora llenos de este tipo de exhortaciones. Richard Horton, editor de The Lancet, escribió que los trabajadores de la salud tienen el deber de participar en todas las formas de protesta no violenta para apoyar la acción climática. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado la crisis climática como “la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad” y, en línea con la OMS, algunos organismos profesionales han expresado su apoyo a los profesionales de la salud para que tomen medidas contra el cambio climático: el Consejo Internacional de Enfermeras, la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Como profesionales de la salud tenemos la competencia y el deber de actuar. El conocimiento disponible es la  herramienta necesaria para tomar conciencia de forma individual y promover opciones posteriores colectivas. Comprender, estudiar, formar e informar, la crisis climática es un problema extremadamente complejo, y para enfrentarlo adecuadamente es necesario estar preparado.

La creación de pequeños grupos locales es un paso importante porque pueden marcar el comienzo de microtransformaciones dentro de las organizaciones que, a su vez, pueden actuar como catalizadores, inspirando a más personas y movilizando más energía para planificar acciones más ambiciosas.

Finalmente, es importante que los profesionales de la salud entrelacen su compromiso con la ciudadanía que apoya y promueve la causa de la justicia climática . La creación de redes, la selección estratégica de objetivos, la adopción de mejores prácticas de comunicación y el desarrollo de equipos de trabajo pueden ayudar a la comunidad sanitaria a encontrar aliados con los que compartir experiencias y afrontar juntos la emergencia climática. Un enfoque coordinado de la comunidad de atención médica global tiene el potencial de influir en las normas sociales, las inversiones y las políticas, creando una atención ambientalmente consciente que no solo beneficia a los pacientes y al planeta, sino que también representa un cambio cultural.

En términos concretos, hay muchas áreas en las que los profesionales de la salud podrían involucrarse: actividades de divulgación pública, que ayudan a generar comprensión y conciencia; apoyo explícito a peticiones y solicitudes dirigidas a miembros del gobierno e instituciones; posicionarse sobre temas relevantes en plataformas en línea y redes sociales; presionar a las instituciones educativas para que incluyan la educación en salud sostenible en los planes de educación de los estudiantes; apoyar planes y espacios de trabajo sostenibles; dar voz a los jóvenes en la discusión de la agenda del cambio climático, incorporando sus ideas y perspectivas en los procesos de toma de decisiones; entender que la salud humana también depende de los sistemas naturales («One Health); actualizar el juramento hipocrático en la época del Antropoceno ; apoyar a las instituciones y representantes políticos que apuesten por garantizar políticas ecologistas y una sanidad cero emisiones.

Trabajadores de la salud y acción climática. Fuente: Howard et al. 2023

 

La historia de la medicina está repleta de ejemplos ilustres de personas que han traspasado los límites de lo que significa ser un profesional de la salud para luchar también por el derecho a la salud. Necesitamos que este esfuerzo no se limite a unas pocas personas particularmente motivadas o valientes, sino que se convierta en el dominio de todas y todos los profesionales y que todas y todos se movilicen. Es probablemente la última oportunidad para hacerlo.

Bibliografía

– Temper, Leah & Avila, Sofia & Del Bene, Daniela & Gobby, Jennifer & Kosoy, Nicolás & Le Billon, Philippe & Martinez-Alier, Joan & Perkins, Patricia & Roy, Brototi & Scheidel, Arnim & Walter, Mariana. (2020). Movimientos que dan forma a los futuros climáticos: un mapeo sistemático de las protestas contra los combustibles fósiles y los proyectos de energía con bajas emisiones de carbono. Cartas de investigación ambiental. 15.10.1088/1748-9326/abc197.

https://www.teachersforfutureitalia.org/

– Los abogados del Reino Unido firman una ‘Declaración de conciencia’ para no enjuiciar a los manifestantes climáticos pacíficos. https://www.commondreams.org/news/uk-lawyers-climate-declaration

-Código de ética médica. https://www.salute.gov.it/imgs/C_17_pubblicazioni_1165_annex.pdf

– Código deontológico de las profesiones de enfermería. https://www.fnopi.it/wp-content/uploads/2019/10/codice-deontologico-2019-correzione-1-agosto.pdf

–  Arikan A, Cakir N. Cambio climático y futuras enfermedades infecciosas: una amenaza creciente. Nuevos microbios Nuevos infectados. 2023 21 de enero; 52: 101088. doi: 10.1016/j.nmni.2023.101088. PMID: 36793894; IDPM: PMC9922958.

– Edelson PJ, Harold R, Ackelsberg J, Duchin JS, Lawrence SJ, Manabe YC, Zahn M, LaRocque RC. El Cambio Climático y la Epidemiología de las Enfermedades Infecciosas en los Estados Unidos. Clin Infect Dis. 1 de septiembre de 2022: ciac697. doi: 10.1093/cid/ciac697. Epub antes de la impresión. PMID: 36048507.

– Mora, C. et al. Naturaleza Clim. Más de la mitad de las enfermedades patógenas humanas conocidas pueden verse agravadas por el cambio climático https://doi.org/10.1038/s41558-022-01426-1 (2022).

– Rocque RJ, Beaudoin C, Ndjaboue R, Cameron L, Poirier-Bergeron L, Poulin-Rheault RA, Fallon C, Tricco AC, Witteman HO. Efectos del cambio climático en la salud: una descripción general de las revisiones sistemáticas. Abierto BMJ. 9 de junio de 2021; 11 (6): e046333. doi: 10.1136/bmjopen-2020-046333. PMID: 34108165; Identificación de PMC: PMC8191619

 

La saturación de la Atención Priamria en Asturias

Asturias tiene centros de salud y áreas sanitarias entre las más saturados del país, y dentro de la comunidad las diferencias son notables. Una investigación de la Fundación Civio recabó de cada comunidad autónoma el promedio de pacientes vistos al día en 1.988 centros de la red de atención primaria.

El trabajo evidenció que las áreas de salud III (con cabecera en Avilés) y V (con centro en Gijón) son la segunda y la cuarta donde los médicos de familia soportan una mayor sobrecarga. En la primera zona el pasado año atendieron a 41,73 pacientes por jornada, mientras en la segunda fueron 40,13. El área de Oviedo (IV) es la décima con mayor sobrecarga del país en esta especialidad, con 39,11 pacientes vistos al día.

La investigación, que forma parte del proyecto Medicamentalia, con el que la organización trata de poner luz sobre la gestión sanitaria, analiza la situación también centro a centro. En este apartado Asturias de nuevo aparece con tres ambulatorios entre los que mayor desequilibrio sufren. En el centro de salud de Noreña los médicos de familia vieron el pasado año a 47,6 pacientes al día, lo que supone la sexta mayor cota del país, y una situación que solo superan facultativos de Castilla y León, Murcia y Extremadura. Avilés-Centro es el octavo más sobrecargado del país, con 47,1 usuarios atendidos al día, y La Corredoria en Oviedo el décimo, con 46,1. En total, los médicos de 31 de los 85 centros de salud asturianos analizados lidiaron en 2022 con más de 40 pacientes diarios.

Civio advierte de que la situación real es incluso peor de la que presentan estos números. «¿El motivo? La presión asistencial en atención primaria se calcula como una media en la que se tienen en cuenta el total de días laborables, sin restar las vacaciones, y el número total de personas en plantilla, sin contar posibles ausencias por bajas médicas, permisos o periodos vacacionales», indica en el artículo que ha publicado sobre el asunto.

María José Sánchez Trapiello, delegada de Sicepa-Usipa, lo corrobora. «Nuestro horario es de ocho de la mañana a tres de la tarde, la agenda comienza a las 8.30 y en teoría tenemos 43 huecos asignados entre consultas presenciales, telefónicas y lo que llaman no demorables, que son las urgencias», explica.

«Cuando faltan compañeros»

Esta agenda teórica decidida por el Servicio asturiano de Salud (Sespa) no casa con la realidad de los datos. Según las estadísticas recabadas por la Fundación Civio, hay 14 centros donde el pasado año los médicos de familia tuvieron que atender a más de 43 pacientes al día como promedio. Uno de los factores que explican esa sobrecarga es que «cuando faltan compañeros sus 43 pacientes se reparten entre el equipo» que sigue trabajando, y que si viene un usuario con una urgencia se le atiende, aunque el cupo esté excedido, apunta.

Los datos de la Fundación Civio, queda dicho, muestran promedios para todo el año 2022, algo que oculta otra realidad. «En periodos de alta incidencia, como invierno o verano, podemos llegar a ver entre 55 y 60 pacientes al día en algunos sitios urbanos», indica. En una jornada laboral entre las 8.30 y las 15, esa carga implica que cada médico de familia no dispone de más de siete minutos por usuario para recibirle o llamarle, escucharle, formarse una idea, establecer un diagnóstico y explicar las pautas a seguir.