La transparencia no es una panacea pero es imprescindible, editorial BMJ

BMJ 2023;382:p1725. Kamran Abbasi , editor en jefe

“La transparencia es casi una panacea” es un mantra en el que una vez tuvimos fe. Lo que está claro (y supongo que siempre lo supimos) es que nada es una panacea. Una crítica a la transparencia ahora es que bajo una fachada detransparencia, se pueden decir y escribir sesgos e intereses contrapuestos.

La transparencia puede ofrecer una apariencia de respetabilidad. La transparencia puede generar confianza donde no se la merece. Esa es la razón por la que The BMJ ya no permite que los autores con intereses contrapuestos (conflictos de intereses) escriban editoriales clínicas o artículos educativos. Esta política significa que muchos buenos autores se quedan fuera, pero es una cuestión de principio que nos ha servido mucho a nosotros y a los lectores desde 2015. Además de pedir de forma rutinaria a los autores y revisores que declaren sus conflictos de intereses en todos los artículos, también pedimos lo mismo a los colaboradores. a nuestro periodico.

Margaret McCartney describe un estudio sobre cómo los grupos encargados de gestionar los conflictos de intereses en Inglaterra, se centraron en la transparencia en lugar de gestionar los conflictos. Sin embargo, la  la transparencia es una forma de identificar a las personas que tienen conflictos contrapuestos para participar en la toma de decisiones. La transparencia, por lo tanto, puede no ser una panacea, pero sigue siendo importante si queremos tratar adecuadamente los intereses en conflicto.

Una investigación de The BMJ revela que, desde 2015, los colegios médicos reales del Reino Unido han recibido más de 10,5 millones de euro en pagos de marketing de fabricantes de medicamentos y dispositivos. Es una estmación a la baja porque los datos recopilados por Disclosure UK, una base de datos en línea administrada por el regulador de la industria, la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica (ABPI), no incluyen todas las transacciones.

Quizás se podría  decir que estos pagosson sólo una pequeña suma (alrededor del 1% o menos de los ingresos) según distintas fuentes corporativas. Es licito preguntarse para qué se usó ese dinero, por qué no se declara de manera transparente y cómo se manejaron los posibles intereses en competencia.

La industria dirige sus gastos de marketing hacia donde espera generar ingresos o ventajas. Eso no ha cambiado mucho desde que el código de prácticas de ABPI alentó a la industria a cambiar su enfoque de prescriptores individuales a organizaciones de atención médica, colegios y sociedades profesionales y grupos de pacientes.

Según la industria su propósito es que las personas sean más saludables y mejoren su bienestar, pero hay clara evidencia sobre los hábitos de prescripción de los médicos están influenciados por el marketing de la industria.. Es por eso que el Colegio de Psiquiatras de Irlanda dejó de aceptar el patrocinio de las compañías farmacéuticas en 2012. ¿Por qué entonces otras facultades y sociedades médicas no siguen el ejemplo del colegio irlandés y generan confianza, especialmente si las sumas involucradas son una proporción tan pequeña de sus ingresos? ¿Por qué seguimos esperando? ¿Qué hay ahí que esconder?

Los ingresos de BMJ incluyen la publicidad y las suscripciones de fabricantes de medicamentos y dispositivos; pero el personal editorial no sabe qué empresa está comprando publicidad o cuándo y dónde se colocará la publicidad. El personal de ventas de BMJ no sabe qué artículos está publicando BMJ . Este es un cortafuegos estricto. La publicidad de medicamentos y dispositivos para los médicos clínicos es legal y se rige por una amplia normativa. Sin los ingresos que provienen de la publicidad, BMJ podría ser menos capaz de hacer que los gobiernos rindan cuentas, desafiar a la industria y luchar por un mundo mejor basado en la mejor evidencia. Una pequeña proporción de los ingresos del grupo BMJ proviene de eventos educativos respaldados por la industria. BMJ tiene control editorial total sobre estos eventos, incluido el contenido y la elección de los oradores. ¿Quizás deberíamos dejar de aceptar fondos de la industria para estos eventos?

La esperanza de que la transparencia fuera una panacea puede haberse desvanecido, si alguna vez fue genuina, pero la transparencia sigue siendo esencial. Las facultades y sociedades médicas no tienen una buena excusa para eludir la responsabilidad de liderazgo de ser abiertos sobre el financiamiento de su industria. 8 Sin esa transparencia, los intereses contrapuestos se vuelven difíciles de detectar y tratar.

Declaración del Congreso de ALAMES. Julio,2023

DECLARACIÓN FINAL DEL XVII CONGRESO LATINOAMERICANO DE Declaración de MEDICINA SOCIAL Y SALUD COLECTIVA.  Reunidos del 17 al 21 de julio del 2023 en la ciudad de Buenos Aires.

Con la participación de más de 1000 personas de 15 países de América Latina convocados bajo el lema Sindemia, Reconfiguración en el Mundo y Lucha por el Buen Vivir.

Declaramos:

Nos referimos a Sindemia por los varios acontecimientos que sucedieron simultáneamente en sinergia con la pandemia de la covid-19, dejando en evidencia las profundas desigualdades existentes. La pandemia visibilizó las poblaciones vulneradas como por ejemplo las y los adultos mayores, las cárceles, distintas formas de marginalidades como villas, favelas, etc., es decir, toda la población no productiva para este sistema mercantilista fue la primera en sufrir las consecuencias de la enfermedad.

La sola aparición del covid-19 obedeció, entre otros factores, a un desprecio por la Madre Tierra. La contaminación, el extractivismo, las fumigaciones y un interminable listado de las formas de producción y expoliación que ejerce el capitalismo conducen al mundo a una catástrofe que se acelera cada vez más.

No fue sólo la crisis sanitaria que la humanidad sufrió, sino la lógica mercantil que profundizó la inequitativa distribución de recursos, insumos, vacunas para nombrar sólo algunos puntos. La concentración de la riqueza se exacerbó, mientras que la complejidad de la vida y el sufrimiento de las mayorías aumentó progresivamente.

El capitalismo genera el conflicto, recurre a la ciencia para su desenlace, pero no pierde tiempo en mercantilizar esa solución, por medio de los derechos de propiedad intelectual, para seguir en este perverso proceso de concentración de riquezas.

Reconfiguración en el Mundo: El mundo se está reconfigurando.

En una primera etapa, la globalización económica levantó muros a los ciudadanos y abrió fronteras a las mercancías. Esto determinó un mayor empobrecimiento de regiones como África. El Mediterráneo cubrió su fondo de cadáveres, de personas que intentaron llegar a los países que ocasionaron el detrimento. Los que lograron llegar fueron recibidos en refugios tapizados de odios y racismo.

Caído el socialismo real en Europa, un imperio que se resiste en perder su posición dominante, se enfrenta a la aparición de nuevos actores. Llegamos a una guerra de Rusia contra la OTAN, con sus consecuencias en la pérdida de vidas principalmente, pero también en alimentos, energía y por sobre todo en esa variable que el capitalismo suele echar manos en las crisis, la industria armamentista.

Repudiamos la persistencia del bloqueo a los países hermanos Cuba y Venezuela. Este injusto bloqueo no solo constituye una indebida injerencia en los asuntos soberanos, sino que genera padecimientos humanos inadmisibles.

Otro punto que se expresa, ya en varios de nuestros encuentros, es la persistente crisis humanitaria en Haití, donde el irrespeto a la cultura y la economía del pueblo haitiano conduce a las peores prácticas del esclavismo y racismo, generadas por los imperialismos francés y norteamericano.

La dictadura en la República de El Salvador, con un personaje siniestro, que viene con el autoritario discurso del “orden” y el manejo de las mal llamadas “redes sociales” como forma de contacto con el Pueblo. Es otra de las cuñas del imperialismo en América Latina

En el caso argentino, no podemos dejar de mencionar la criminalización de la protesta, el avasallamiento de derechos a través de una expresión hipócrita, disfrazada de un cambio en la constitución provincial que da pie a la usurpación y expropiación de las tierras de los pueblos originarios. No se puede ocultar la presencia de aves rapaces para saquear el litio. Hablamos de Jujuy, un laboratorio de los proyectos de la extrema derecha.

El Buen Vivir:

La categoría neoliberalismo no da cuenta de la situación contemporánea de destrucción del tejido social. Necesitamos construir nuevas categorías para su comprensión. La derecha se apropia de las palabras para darle un uso que las vacías de contenidos. La libertad no es un asunto del mercado. La solidaridad ha sido destrozada para dar lugar a un individualismo exacerbado. En ese contexto, el odio es una moneda corriente. Como bien se sabe, el que piensa con odio, no piensa, odia.

Los algoritmos no deben organizarnos socialmente. Ellos son una nueva forma de expresión del colonialismo. El vacío de sentido que generan producen una incertidumbre en el vivir que le facilita al poder económico su ejercicio de explotación. Este capitalismo informacional controla nuestras vidas y nos explota, mientras creemos que somos libres y autónomos.

En estas condiciones, el buen vivir se nos presenta como una nueva comprensión de la realidad que acude a la memoria y a la cosmovisión ancestral y espiritual, mística, de nuestros pueblos para construir el horizonte de sentido común que podamos compartir. Somos interdependientes, entre humanos y no humanos, entre seres múltiples que habitan esto que llamamos mundo compartido.

Tenemos enfrente el desafío de caminar juntos en este sentido. Transformar nuestra comprensión de la realidad dinámica que no detiene y no se deja reducir a formas estáticas. El pensamiento científico técnico colonial, racializado y patriarcal debe ser abandonado en nuestros procesos educativos en salud. Aunque el reto es enorme, ya estamos caminando. No hay espacio para el pesimismo. La utopía, de pueblo para sí, nos permitirá hacer camino al andar.

La diabetes, la enfermedad del siglo XXI

Nuevas estimaciones publicadas en The Lancet indican que más de 1.310 millones de personas podrían vivir con diabetes para 2050 en todo el mundo. Una enfermedad que altera vidas, causa altas tasas de mortalidad e interactúa con muchas otras enfermedades y las exacerba. El aumento de la prevalencia (frente a 529 millones en 2021) está relacionado a su vez por un aumento de la prevalencia de la obesidad y los cambios demográficos. En 2021, la diabetes tipo 2 representó el 90 % de la prevalencia total de diabetes. La mayoría de los casos de diabetes son atribuibles a factores de riesgo social, como un alto índice de masa corporal, riesgos dietéticos, riesgos ambientales y laborales, tabaquismo, consumo de alcohol y baja actividad física, que se nutren de la forma obesogénica en que están diseñados nuestros entornos y la forma inequitativa en que están organizados nuestros recursos y nuestras sociedades.

The Lancet publica una serie de artículos sobre la desigualdad global en diabetes. Se estima que en 2.045, hasta tres de cada cuatro adultos con diabetes vivirán en países de ingresos bajos y medios. Actualmente, solo el 10% de las personas con diabetes que viven en estos países reciben atención diabética basada en guías.En los Estados Unidos, donde la carga de la diabetes tipo 2 en los jóvenes casi se ha duplicado en los últimos 20 años, es más alta entre las poblaciones afroamericanas o indígenas americanas.

El primer artículo de la serie muestra cómo el racismo estructural y la desigualdad geográfica amplifican los determinantes sociales de la salud e influyen en la atención y el tratamiento al que tienen acceso las personas con diabetes. Mayor prevalencia de diabetes tipo 2 y peores resultados clínicos en poblaciones que sufren racismo y opresión, aunque habitualmente no hay información para financiar este tipo de estudios y si para las intervenciones biomédicas y de nuevos dispositivos..

Las estimaciones para el mercado mundial de medicamentos para la diabetes tipo 2, en general se estima que el gasto mundial en atención de la salud relacionado con la diabetes aumentará a $1.054 mil millones para 2045 . Pese a que es evidente que la solución para las sociedades insalubres e injustas ya no son las píldoras, sino reevaluar y reimaginar nuestras vidas para brindar oportunidades para abordar el racismo y la injusticia, y para prevenir los principales impulsores sociales de la enfermedad. Abordar el racismo estructural debe convertirse en un componente central de las estrategias preventivas y de promoción de la salud, áreas que invariablemente reciben muy poca inversión . Si bien la pandemia del Covid nos ha dejado una clara oportunidad de repensar cómo los ministerios de salud gastan su dinero, poco parece haber cambiado en términos de cuánto se invierte en salud pública.

La diabetes será una enfermedad dominante este siglo. La forma en que la comunidad sanitaria aborde la diabetes durante las próximas dos décadas determinará la salud de la población y la esperanza de vida durante los próximos 80 años. El mundo no ha logrado comprender la naturaleza social de la diabetes y ha subestimado la verdadera escala y magnitud de la amenaza que representa la enfermedad. Las estimaciones de Global Burden of Diseases 2021 y la serie Lancet Global Inequity in Diabetes hacen un llamamiento urgente para corregir el rumbo.

Editorial, Diabetes: una enfermedad definitoria del siglo XXI , Lancet, 2023 – 401:2087 – 24 de junio de 2023.