Una recomendación emblemática y un importante avance de desmedicalización: El Servicio Nacional de Salud Británico, a través de NICE, recomienda a las mujeres con embarazos de bajo riesgo que eviten el parto en los quirófanos de los hospitales y las unidades de obstetricia habituales, y que recurran a las parteras tradicionales, en servicios ambulatorios e incluso en sus propios domicilios. En la actualidad, el 90% de los partos en Reino Unido son hospitalarios.
NICE refiere que un departamento dirigido por comadronas, vinculado o no a un centro hospitalario, reduce las posibilidades de cesáreas, fórceps, ventosas o episiotomías, que están asociadas a intervenciones médicas. «Es difícil explicar lo que está pasando, pero cuanto más cerca estás del hospital, más cerca estás de que te operen», explica Mark Baker, director de buenas prácticas de NICE.
La guía aporta otra novedad, contraviniendo lo dicho durante décadas, recomienda que no se corte el cordón umbilical hasta un minuto, incluso hasta cinco minutos, después del parto al estimar que si se corta de inmediato se priva al bebé de una importante fuente de sangre de la placenta, con riesgo de hipoxia y anemia.
La recomendación se dirige a embarazos de bajo riesgo y excluye a las primíparas, y concluye que sólo existe un «pequeño incremento» de riesgo, que cifra en nueve de cada mil casos, frente a cinco de cada mil en las unidades de los hospitales masivamente utilizadas en la actualidad. En las unidades de comadronas es menor la tasa de intervenciones, como el uso de fórceps o epidural, y el resultado para el bebé no es diferente en comparación con las unidades de obstetricia.
Alrededor del 45 por ciento de las mujeres tienen bajo riesgo de desarrollar complicaciones durante su embarazo. Los factores que pueden aumentar el riesgo de complicaciones durante el parto incluyen: tener más de 35 años, el sobrepeso o la obesidad, el sangrado después de 24 semanas de gestación, y la tensión arterial alta.
Para Susan Bewley, obstetra del King’s College de Londres y coautora de la guía: «Algunas mujeres prefieren tener al niño en casa o en una unidad de parteras porque son más seguras y es un derecho que debemos apoyar. Pero si una mujer prefiere tener el bebé en el hospital porque se siente más tranquila y confiada, es también su derecho. Tener un bebé es una experiencia muy personal y no hay un modelo único adecuado para todas las mujeres».
“Lo importante es que las mujeres y sus familias tengan información actualizada con la mejor evidencia para que puedan tomar una decisión informada.” Los profesionales sanitarios deben informar a las mujeres de las opciones disponibles y aconsejar que elijan con libertad dónde dar a luz.