El herpes zóster es enfermedad infrecuente y generalmente leve, para la que hay tratamiento. Se produce por la “reactivación” del virus de la varicela que puede alojarse en ganglios nerviosos de por vida.
Hay dos vacunas, una como la de la varicela, de virus atenuados, pero mayor dosis y otra que es genética. La primera es de dos inyecciones, y la segunda solo una (pero produce más efectos adversos).
La eficacia de estas vacunas es muy baja, del 3-6 %. Por ello es absurdo que se hayan introducido en el calendario vacunal (a los 65 años) y, ante el rechazo general, la industria fabricante ha emprendido una campaña que transforma el herpes zóster en enfermedad terrible.
Lo prudente es no vacunarse. Y no vacunar a los pacientes sin explicarles bien el asunto, para que lo entiendan.
El herpes zóster (“la culebrilla” que dicen) es enfermedad poco frecuente que raramente se complica y que tiene tratamiento. Se produce por el virus de la varicela, que queda incrustado y “dormido” durante décadas en ganglios nerviosos y, al “reactivarse” por causas varias, genera dolor y unas vesículas en la zona de piel inervada por el ganglio correspondiente, un dermatoma (una tira de piel). De ahí su nombre, que alude a cinturón. Las vesículas en la piel tienen el propio virus de la varicela y pueden contagiar por contacto.
La vacuna herpes zóster está en el calendario vacunal nacional, del Ministerio de Sanidad, a los 65 años y se está introduciendo poco a poco, se supone que a toda la población anciana en 2024.
Hay dos vacunas:
1. La vacuna Zostavax© (ZVL), de la compañía MSD, es una vacuna viva atenuada de virus varicela zoster que se administra en pauta de una dosis y está contraindicada en estados de inmunodeficiencia primaria o adquirida. Es la misma vacuna de la varicela pero con mayor dosis.
2. La vacuna Shingrix© (HZ/su), de la compañía GSK, es una vacuna producida por técnicas de recombinación de ADN (es una vacuna “genética”) que se administra con una pauta de dos dosis y que también está indicada para las personas con condiciones de riesgo que conllevan inmunodeficiencia a partir de los 18 años de edad.
Venden la vacuna asustando con la enfermedad
Si usted es español, habrá sufrido dos veranos seguidos de noticias sobre robos y asaltos de vivienda, y no tendrá dudas de su impacto en crear inseguridad y compra de servicios de seguridad y alarma para impedirlo. Por supuesto, son noticias y campañas promovidas por las empresas de seguridad que logran ventas vendiendo miedo.
Algo similar se hace todos los años con la vacuna de la gripe, y ya sabemos que ha llegado el otoño cuando empiezan a salir noticias y entrevistas a expertos, anunciando cada año que “este año la gripe será peor que nunca”. Y así, con miedo, logran la aceptación de una vacuna fallida, buena solo para las industrias y sus accionistas.
Pues lo mismo están haciendo las empresas de la vacuna zóster con una campaña mundial que llamamos de “disease awareness”, de llamar la atención sobre la enfermedad para vender la vacuna. Una campaña que aterroriza con el herpes zóster.