Una de las claves del funcionamiento y desarrollo de las sociedades democráticas es la participación ciudadana. Participar significa formar parte de, tener capacidad de intervención en los asuntos públicos como un instrumento básico de poder de la ciudadanía.
La participación comunitaria en la Salud se entiende en sentido positivo y no sólo como ausencia de enfermedad, sino como el control de la salud propia y comunitaria. Es no sólo un derecho, sino una condición fundamental – como así reconocen los sucesivos informes y pronunciamientos de la OMS (carta de Ottawa…) – para intervenir sobre los determinantes sociales y la mejora colectiva de los servicios de atención sanitaria. – CONSEJOS SALUDII –