Apoyo a la manifestación de pensionistas: La Salud también está en juego

Desde el punto de vista de la Salud Pública hay datos contrastados acerca de como repercute el recorte de las pensiones en la misma: Pensionistas más pobres (con menos capacidad adquisitiva) significa pensionistas con peor salud y más enfermedades.

Primero la desfinanciación de medicamentos y luego el copago farmacéutico establecido por el RDL 16/2012, entre otras medidas regresivas.

Posteriormente la reforma de las pensiones del 2013, con un máximo de aumento anual del 0,25%, supone la reducción continuada de las pensiones a lo largo de los años, perdiendo poder adquisitivo permanentemente por lo que cada pensionista, actual y futuro, será más pobre a medida que va cumpliendo años, empeorando sus condiciones de vida, de alimentación, de vivienda, etc. y afectando a su salud física y mental.

Encuestas realizadas en centros de salud a pensionistas que acudieron a consulta no urgente y elegidos de manera aleatoria, arrojaron el balance de que un 16,83% de las personas no retiran los medicamentos de la farmacia por motivos económicos. No hay que olvidar que en el Estado español un 29% de la población está en serio riesgo de pobreza y que los copagos penalizan de manera directa a las personas más pobres y más enfermas, acumulando riesgos sobre su salud. El 27,29% de los que tenían una renta inferior a 400 € mensuales no retiraron de la farmacia los medicamentos prescritos. Un 60,08% de pensionistas consumían alguno o varios de los medicamentos excluidos de la financiación pública. De ellos solo el 25% del total siguieron haciéndolo con un coste medio mensual que habría que sumar en estos casos al copago farmacéutico.

El copago en los pensionistas ha producido el efecto esperado, y ya objetivado en otros países, es decir los pensionistas han dejado de consumir medicamentos prescritos, en porcentaje mayor según menor es su nivel de renta, por lo que ha perjudicado sobre todo a los más pobres y más enfermos. La repercusión sobre la salud de esta no utilización de medicamentos recetados ya ha producido un empeoramiento de las enfermedades de base, una descompensación de las mismas e incluso un aumento de la mortalidad.

La pérdida de poder adquisitivo de las personas pensionistas las disuaden de tomar su medicación a costa de su salud. Así mismo, no siguen las dietas prescritas que forman parte de la terapéutica, recurren a alimentos baratos que no suelen ser frescos sino procesados, azucarados o grasos.

No permitamos que sigan robando las pensiones y la salud. Si queremos pensiones dignas y salud mañana las tenemos que defender hoy.

Por todo lo señalado desde la Plataforma en defensa de la Salud y la Sanidad Pública de Asturias, exigimos la retirada del copago farmacéutico de los pensionistas, en particular, la derogación del RDL 16/2012, en general, y nos sumamos a las manifestaciones para la defensa de las pensiones convocada el sábado 17 de marzo.

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